En concordancia con el movimiento feminista, los trajes sastre, los colores rosados y rojizos continúan siendo tendencia. La clave del invierno será superponer chaquetas con abrigos, camperas infladas con bufandas. El accesorio que más acompañará será el cinturón en todas sus variantes (incluída la riñonera), por encima y por debajo de los abrigos.